¿Qué son los aceites esenciales?

 

Antes de explicar qué son los aceites esenciales y entender por qué son tan beneficiosos para nuestro organismo, cabe recordar que somos seres puramente químicos. Todo en nuestro cuerpo esta compuesto por elementos esenciales como son el carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. La combinación de esta química da lugar a lo que conocemos como las proteínas, carbohidratos, lípidos y demás moléculas.

Ahora bien, un aceite esencial es el alma de la planta, es su esencial volátil más pura y potente químicamente.

Aunque muchos aceites esenciales contienen terpenos, no todos los aceites esenciales son exclusivamente terpenos. Los terpenos son una clase importante de compuestos orgánicos que se encuentran en muchos aceites esenciales, y contribuyen significativamente a sus propiedades aromáticas y terapéuticas.

Los terpenos son hidrocarburos naturales que se componen de unidades repetitivas llamadas isoprenos. Pueden clasificarse en monoterpenos (dos unidades de isopreno), sesquiterpenos (tres unidades de isopreno), diterpenos (cuatro unidades de isopreno), entre otros.

Sin embargo, los aceites esenciales también pueden contener otros tipos de compuestos, como alcoholes, ésteres, aldehídos, cetonas y fenoles. La combinación única de estos componentes químicos contribuye al aroma distintivo y a las propiedades terapéuticas específicas de cada aceite esencial.

Por ejemplo, el aceite esencial de lavanda contiene terpenos como el linalol y el acetato de linalilo, pero también contiene otros componentes como el cineol y el trans-β-ocimeno. Del mismo modo, el aceite esencial de jengibre contiene terpenos como el zingibereno, pero también contiene sesquiterpenos y otros compuestos.

En definitiva, si bien los terpenos son una parte importante de muchos aceites esenciales, la composición química de estos aceites es extremadamente diversa, y pueden contener una amplia variedad de compuestos que contribuyen a sus propiedades únicas.

Cada aceite esencial puede contener hasta 700 moléculas diferentes. Cada molécula es un principio activo por lo que poseen un gran efecto farmacológico.

Cuando consumimos un medicamento alopático de farmacia, éste suele contener un principio activo concreto que será el responsable de desencadenar los cambios químicos en nuestro organismo. Así que podemos imaginar por qué los aceites esenciales son tan beneficiosos para el organismo.

Al ser esencias puras, los aceites esenciales no caducan ni se ponen rancios, pero sí habrá que tener un especial cuidado en su conservación ya que, al ser esencias volátiles, se pueden evaporar. Para su correcta conservación deberemos tenerlos en envases de cristal opacos, alejados de la luz directa del sol y siempre alejado de altas temperaturas y cerciorarnos que el frasco está bien cerrado.

Los responsables de dar a una planta las características organolépticas (aroma y sabor) son los metabolitos secundarios y son estos los que constituyen, en mayor parte, de los aceites esenciales producidos por las plantas aromáticas.

Todos los aceites esenciales son provienen de plantas aromáticas, pero no de todas las plantas aromáticas se pueden obtener aceites esenciales.

En general, todos los aceites esenciales son antisépticos y unos estupendos modulares holísticos ya que todos trabajan a nivel físico, emocional y energético.

 

¿Cómo se obtienen los aceites esenciales?

Dependiendo de qué parte de la planta se utilice para la extracción del aceite esencial, se utilizará un método u otro. Veamos los 2 más importantes y comunes.

  1. Por presión: como es el caso de las cascaras de los cítricos, por ejemplo.
  2. Por destilación: de las hojas, flores, semillas, cortezas y raíces de las plantas, arbustos y árboles. Como por ejemplo la destilación al vapor de las flores de las rosas o el neroli, de las raíces como es el caso del vetiver, la corteza de sándalo, las semillas de zanahorias o las hojas de la menta.

Para la destilación se deben usar cámaras de cocción de acero inoxidable y siempre a bajas temperaturas para no dañas las moléculas de los aceites esenciales. Hoy en día podemos encontrar en el mercado aceites esenciales cuya extracción se ha visto acelerada por altas temperaturas, lo que da como resultado, aceites incompletos ya que muchos de sus principios activos se han destruido. Este es sólo un ejemplo de las diferencias económicas entre un aceite puro de calidad y otro, reducido químicamente.

Los aceites esenciales son altamente concentrados. Como ejemplo de la cantidad de materia prima necesaria para obtener 1 litro tenemos:

  • Más de 4000 kg de pétalos de rosa
  • Unos 150 kg de flores de lavanda
  • Unos 200 kg de cáscaras de limón

Para que un aceite esencial sea considerado de grado terapéutico debes ser:

  • 100% Íntegros: La destilación se realiza de forma completa, respetando todo el proceso para recoger las moléculas aromáticas en su totalidad.
  • 100% Naturales: Libres de herbicidas y otros agroquímicos que pueden reaccionar con el AE y producir compuestos tóxicos.
  • 100% Puros: Libre de aceites vegetales y/o aceite esencial similar o sintético.

Por todo lo anterior, vemos que a la hora de utilizar aceites esenciales es de vital importancia usar aquellos que nos ofrecen garantía de calidad en cuanto a su integridad y pureza y esto, nos guste o no, se ve reflejado en el precio del producto.

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